domingo, 15 de noviembre de 2015

Secuencias de aprendizaje. ¿Un problema del enfoque de competencias o un reencuentro con perspectivas didácticas?


En la clase teórica de esta semana hemos trabajado el texto “Secuencias de aprendizaje. ¿Un problema del enfoque de competencias o un reencuentro con perspectivas didácticas?” de Díaz Barriga.

En este texto nos habla de una corriente pedagógica, que dice que a partir de unos materiales didácticos, se plantean unas estrategias para trabajar sobre esos mismos materiales.

Además de hablar sobre este aspecto, en el texto se plantea el enfoque de las competencias, que en la actualidad parece haber tenido un gran auge, aunque hay que recordar que ya hace décadas, concretamente desde los años 50 (en España desde los años 80), se habló sobre las competencias, un ejemplo de esto es la Taxonomía de Bloom, la cual es una clasificación de verbos para definir objetivos. Nos parece importante hablar sobre este aspecto en concreto, pues ahora en el ámbito de la educación se le está dando mucha importancia al aprendizaje por competencias, el cual parece que sea muy novedoso, pero que por lo que podemos ver ya hace tiempo que se habló sobre esto.



El problema que encontramos en el aprendizaje por competencias, es que solo marca los resultados que debe tener el alumnado, pero no te dice cómo se ha de trabajar ese aprendizaje. Otra cosa que nos llama la atención, es que mucha gente habla sobre las competencias y ni siquiera saben de dónde surgen, pues este tipo de aprendizaje surge del ámbito de las empresas, y de ahí se ha trasladado al ámbito de la educación. Esto supone que solo se miran los resultados del aprendizaje utilizando instrumentos de evaluación, con lo cual, al final se establecen unos estándares que deben pasar los alumnos. Ante esto nos encontramos con el problema de que no todo puede ser estandarizable, pues un ejemplo de esto es que la comprensión lectora es mucho más difícil de estandarizar que la velocidad lectora.

Otro aspecto que nos hace replantearnos lo de las competencias, es que al final parece que lo que se enseña a los niños son las directrices que se marcan en el mercado laboral, porque realmente muchas de las cosas que quieren que los alumnos sepan hacer, son competencias relacionadas con el mundo de trabajo. Como ejemplo tenemos que ahora en los libros de primaria ya se trabajan muchas cosas sobre economía, y antes quizás se enseñaban muy por encima esos aspectos.  Entonces, realmente, ¿Para qué sirve la educación? ¿Para qué se educa? ¿Educamos para formar a las personas en lo que marca el mercado laboral o para que se desarrollen con un pensamiento crítico? Nosotras pensamos que desde pequeños se debe educar a los niños y niñas para que se desarrollen como personas libres, y  tengan la capacidad suficiente para comprender el mundo en que el que están además de darles instrumentos, como el pensamiento crítico, con el que pueden reflexionar sobre la realidad en la que viven.

Respecto a el texto de Díaz, el profesor nos planteó la pregunta de si se podía trabajar todo el día por competencias, lo cual es muy difícil, ya que plantear como pasar de la teoría a la práctica todos los conocimientos, es complicado.

Antes que el enfoque por competencias, es preferible el trabajo por proyectos, pues pensamos que es mucho mejor trabajar a partir de los contenidos del currículum a través de proyectos dirigidos.

En clase también se ha hablado sobre que la evaluación está separada del proceso enseñanza-aprendizaje, ya que, en casi todas las asignaturas que se tienen, se dan clases y  al finalizar los temas, los bloques o el temario se hace un examen que mide los conocimientos que tienes. Esto realmente sirve muy poco para que la gente aprenda e interiorice los contenidos que se le enseñan, pues realmente el contenido que se aprende para un examen de normal se olvida al poco tiempo, mientras que si la evaluación la introduces dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje es posible que la mayoría  de conocimientos se interioricen y se recuerden pasado el tiempo. Por lo tanto, en vez de una evaluación de los resultados, quizás sería recomendable que los alumnos se hicieran una autoevaluación sobre lo que creen que han aprendido a parte de evaluarles durante el proceso.

Sobre este aspecto pensamos que realmente lo de la evaluación es un grave problema, pues los niños lo único que miran es si han aprobado o no, y no se preocupan en si han aprendido cosas nuevas. Esto puede ser culpa de la sociedad, ya que muchos padres solo se preocupan de que aprueben a sus hijos, y no miran que contenidos se le están enseñando. Además en el sistema actual de educación podemos ver que en las becas universitarias se premia mucho más la máxima cualificación que antes, y es por eso que bastantes estudiantes solo se preocupan de la nota que sacan en las asignaturas para poder optar a más beca, con lo cual no se preocupan de interiorizar esos conocimientos, sino de aprobar los exámenes. Ante esto nos surge una pregunta, ¿realmente que se está inculcando en el alumnado? Nosotros creemos que lo que se inculca no es el interés por saber más cosas sino el interés sobre sacarte un título y conseguir un trabajo, con lo cual volvemos a un pensamiento bastante economicista, que se va inculcando desde pequeños.


Ante todo lo expuesto, quizás sea necesario que se vuelva a replantear el significado de la educación, ya que, como dice el autor dentro del texto, los alumnos tendrían que participar en su proceso de enseñanza-aprendizaje, haciendo debates para definir los objetivos que se quieren conseguir.

Como conclusión quisiéramos decir que para nosotras son mucho más importantes los procesos de enseñanza-aprendizaje que el producto, para que los niños puedan aprender a pensar por sí mismos y a ser críticos, además de que  también es necesario que el sistema educativo se habrá al mundo exterior, pues  la realidad educativa no puede estar separada de lo que pase en la sociedad.

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