En la clase teórica de esta semana hemos trabajado
el texto “Secuencias de aprendizaje. ¿Un
problema del enfoque de competencias o un reencuentro con perspectivas
didácticas?” de Díaz Barriga.
En este texto nos habla de una corriente pedagógica,
que dice que a partir de unos materiales didácticos, se plantean unas
estrategias para trabajar sobre esos mismos materiales.
Además de hablar sobre este aspecto, en el texto se
plantea el enfoque de las competencias, que en la actualidad parece haber
tenido un gran auge, aunque hay que recordar que ya hace décadas, concretamente
desde los años 50 (en España desde los años 80), se habló sobre las
competencias, un ejemplo de esto es la Taxonomía
de Bloom, la cual es una clasificación de verbos para definir objetivos.
Nos parece importante hablar sobre este aspecto en concreto, pues ahora en el
ámbito de la educación se le está dando mucha importancia al aprendizaje por
competencias, el cual parece que sea muy novedoso, pero que por lo que podemos
ver ya hace tiempo que se habló sobre esto.
El problema que encontramos en el aprendizaje por
competencias, es que solo marca los resultados que debe tener el alumnado, pero
no te dice cómo se ha de trabajar ese aprendizaje. Otra cosa que nos llama la
atención, es que mucha gente habla sobre las competencias y ni siquiera saben
de dónde surgen, pues este tipo de aprendizaje surge del ámbito de las
empresas, y de ahí se ha trasladado al ámbito de la educación. Esto supone que
solo se miran los resultados del aprendizaje utilizando instrumentos de
evaluación, con lo cual, al final se establecen unos estándares que deben pasar
los alumnos. Ante esto nos encontramos con el problema de que no todo puede ser
estandarizable, pues un ejemplo de esto es que la comprensión lectora es mucho
más difícil de estandarizar que la velocidad lectora.
Otro aspecto que nos hace replantearnos lo de las
competencias, es que al final parece que lo que se enseña a los niños son las
directrices que se marcan en el mercado laboral, porque realmente muchas de las
cosas que quieren que los alumnos sepan hacer, son competencias relacionadas
con el mundo de trabajo. Como ejemplo tenemos que ahora en los libros de
primaria ya se trabajan muchas cosas sobre economía, y antes quizás se
enseñaban muy por encima esos aspectos.
Entonces, realmente, ¿Para qué sirve la educación? ¿Para qué se educa?
¿Educamos para formar a las personas en lo que marca el mercado laboral o para
que se desarrollen con un pensamiento crítico? Nosotras pensamos que desde
pequeños se debe educar a los niños y niñas para que se desarrollen como
personas libres, y tengan la capacidad
suficiente para comprender el mundo en que el que están además de darles
instrumentos, como el pensamiento crítico, con el que pueden reflexionar sobre
la realidad en la que viven.
Respecto a el texto de Díaz, el profesor nos planteó
la pregunta de si se podía trabajar todo el día por competencias, lo cual es
muy difícil, ya que plantear como pasar de la teoría a la práctica todos los
conocimientos, es complicado.
Antes que el enfoque por competencias, es preferible
el trabajo por proyectos, pues pensamos que es mucho mejor trabajar a partir de
los contenidos del currículum a través de proyectos dirigidos.
En clase también se ha hablado sobre que la
evaluación está separada del proceso enseñanza-aprendizaje, ya que, en casi
todas las asignaturas que se tienen, se dan clases y al finalizar los temas, los bloques o el
temario se hace un examen que mide los conocimientos que tienes. Esto realmente
sirve muy poco para que la gente aprenda e interiorice los contenidos que se le
enseñan, pues realmente el contenido que se aprende para un examen de normal se
olvida al poco tiempo, mientras que si la evaluación la introduces dentro del
proceso de enseñanza-aprendizaje es posible que la mayoría de conocimientos se interioricen y se recuerden
pasado el tiempo. Por lo tanto, en vez de una evaluación de los resultados,
quizás sería recomendable que los alumnos se hicieran una autoevaluación sobre
lo que creen que han aprendido a parte de evaluarles durante el proceso.
Sobre este aspecto pensamos que realmente lo de la
evaluación es un grave problema, pues los niños lo único que miran es si han
aprobado o no, y no se preocupan en si han aprendido cosas nuevas. Esto puede
ser culpa de la sociedad, ya que muchos padres solo se preocupan de que
aprueben a sus hijos, y no miran que contenidos se le están enseñando. Además
en el sistema actual de educación podemos ver que en las becas universitarias
se premia mucho más la máxima cualificación que antes, y es por eso que
bastantes estudiantes solo se preocupan de la nota que sacan en las asignaturas
para poder optar a más beca, con lo cual no se preocupan de interiorizar esos
conocimientos, sino de aprobar los exámenes. Ante esto nos surge una pregunta,
¿realmente que se está inculcando en el alumnado? Nosotros creemos que lo que
se inculca no es el interés por saber más cosas sino el interés sobre sacarte
un título y conseguir un trabajo, con lo cual volvemos a un pensamiento bastante
economicista, que se va inculcando desde pequeños.
Ante todo lo expuesto, quizás sea necesario que se
vuelva a replantear el significado de la educación, ya que, como dice el autor dentro
del texto, los alumnos tendrían que participar en su proceso de enseñanza-aprendizaje,
haciendo debates para definir los objetivos que se quieren conseguir.
Como conclusión quisiéramos decir que para nosotras son
mucho más importantes los procesos de enseñanza-aprendizaje que el producto,
para que los niños puedan aprender a pensar por sí mismos y a ser críticos,
además de que también es necesario que
el sistema educativo se habrá al mundo exterior, pues la realidad educativa no puede estar separada
de lo que pase en la sociedad.
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